28 de mayo de 2008

CHE

Por Eduardo Pavlovsky
para Pagina 12 Miercoles 28 de Mayo de 2008



Ultimamente he escuchado versiones sobre la actuación del Che Guevara en el campo militar revolucionario que derrotó a Batista, que menosprecian su participación activa y decisiva en el campo estrictamente militar. Dichas opiniones sugerían que la importancia del Che en la Revolución Cubana se debió, en cambio, a las múltiples y variadas funciones que desempeñó como burócrata del Estado.

Tal nivel de mezquindad y miserabilidad no merece ser respondido. En cambio, me voy a permitir transcribir palabras de Fidel pronunciadas al pueblo cubano después de la muerte del Che en 1967.
“Si quisiéramos expresar cómo esperamos que sean nuestros combatientes revolucionarios, nuestros militares, nuestros hombres, debemos decir sin vacilación de ninguna índole queremos que sean como el Che.
Si quisiéramos expresar cómo quisiéramos que sean los hombres de las futuras generaciones, debemos decir sin vacilación alguna que sean como el Che.
Si quisiéramos un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo, un modelo de los tiempos futuros de corazón digno, que ese modelo sin una solita mancha en su conducta en su actuación de toda una vida, debemos decir que ese modelo es el Che.
Y si quisiéramos saber cómo deseamos que sean nuestros hijos, debemos decir con todo corazón de vehemencia revolucionario: queremos que nuestros hijos sean como el Che”.
La tremenda magnitud del Che como figura revolucionaria de dignidad hace sobresalir la mezquindad de estos pequeños hombres que lo cuestionan.
El Che fue un “acontecimiento” que escapa de la representación del hombre sujeto y de su contorno. Pasa por fuera de la representación y se convierte en un fenómeno de pura multiplicidad de puro devenir y de gran formador de subjetividad.
Cuando Fidel dice en la carta “un modelo de hombre que no pertenece a este tiempo” –capta que el tiempo cronológico– es reemplazado en el “acontecimiento” por el tiempo de intensidad. Y el Che como “acontecimiento” no tiene tiempo cronológico sino de pura intensidad. El Che era eso: puro acontecimiento y pura multiplicidad.

No hay comentarios.: