13 de julio de 2010

Crónica de una guerra anunciada

Por Santiago Masetti | Desde La Habana
Mientras en Sudáfrica la final de la Copa del Mundo de fútbol esperaba por sus finalistas, en Medio Oriente se colocaban en posición los buques de guerra y los portaviones. El líder cubano pronostica que “el imperialismo está a punto de cometer un impagable error sin que nada lo pueda impedir”.


El líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, señaló en su reflexión del 4 de julio, que un enfrentamiento bélico entre Estados Unidos e Israel contra Irán llevará a una catastrófica guerra nuclear, que comenzaría en poco tiempo.

Lejos de hacer futurismos, Fidel viene analizando, en diferentes textos, los principales acontecimientos que se registran en el Medio Oriente, como así también las medidas diplomáticas de los países en cuestión.

Fidel decía que Estados Unidos e Israel no dejarán pasar una oportunidad tan importante como el mundial de fútbol, para diseñar una futura ocupación a Irán o, incluso, comenzar acciones bélicas, cuando los ojos de los habitantes del mundo estén puestos en Sudáfrica.

Luego se preguntaba: “¿qué hacen por primera vez los buques de guerra israelitas en los mares del Golfo Pérsico, el Estrecho de Ormuz y las áreas marítimas de Irán?” “¿Es posible imaginar que de allí se marcharán los portaaviones nucleares yankis y los buques de guerra israelitas con el rabo entre las piernas, cuando se cumplan los requisitos contenidos en la Resolución 1929, del 9 de junio de 2010, aprobada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que mantiene la autorización para la inspección de los buques y aeronaves iraníes con la posibilidad de llevarla a cabo en el territorio de cualquier Estado y que esta vez autoriza a hacerlo a los buques en altamar?”

La Resolución 1929 brinda el marco jurídico ideal para justificarse con el viejo y conocido escudo de la justicia. Aunque esa Resolución establece que no se realizaría la inspección de los buques iraníes sin el consentimiento de Teherán, es evidente que es una bella idea para mostrarse como “imparcial” ante un nuevo conflicto militar que se aproxima. Pero todos los postulados de esa Resolución abren la puerta para que se realicen las inspecciones en cualquier punto geográfico, e incumpliendo las normas pautadas en aguas internacionales.

Fidel narra los desiguales enfrentamientos militares que mantuvo el país persa en el pasado y advierte que el Irán de hoy no dudará en defenderse: “El Irán al que en este momento amenazan, con sus ejércitos de aire, mar y tierra, de religión musulmana-chiíta, en nada se parece a la Guardia Republicana que atacaron impunemente en Irak”.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas realizó dio rápida respuesta al pueblo y gobierno iraní relacionada con su programa nuclear, al que, sin lugar a dudas, están buscando frenar y eliminar.

Por su parte el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, firmó medidas que afectan intereses bancarios y energéticos iraníes, fortaleciendo un bloqueo similar al que Cuba soporta por más de cincuenta años; al cual el líder de la Revolución cubana no dudó en catalogarlo “como un bloqueo riguroso y que busca el estrangulamiento de Irán”.

Según Fidel, “El Presidente Mahmud Ahmadineyad afirmó que su país retomará las conversaciones a fines de agosto y destacó que en las mismas deben participar países como Brasil y Turquía, los dos únicos miembros del Consejo de Seguridad que se opusieron a las sanciones el 9 de junio”, afirmando luego que “un funcionario de alto rango de la Unión Europea advirtió, despectivamente, que ni Brasil ni Turquía serán invitados a participar en las conversaciones.

Luego de otras consideraciones, el líder cubano pronostica nuevamente un escenario para nada alentador, de continuar esa aventura peligrosa y desmedida en Irán, de la mano de los gobiernos de Washington y Telaviv.

Los movimientos de tropas y armamentos tienen en los mares cercanos una magnitud que pueden visualizar acciones que no precisamente son de disuasión o presión política. De desatarse un conflicto en esa región, es impredecible el alcance del mismo, ni el destino de naciones enteras de este mundo donde vivimos y donde, entre crisis económica, mareas negras y calentamiento global, se van sumando actos irresponsables, que ponen en duda la supervivencia humana.

En 1985 Fidel expresó que las deudas externas latinoamericanas serían el talón de Aquiles de los gobiernos de la región y la dominación imperial en este continente. No se equivoco. En 1988, vaticinó que era muy probable que la URSS desapareciera y nuevamente no se equivoco. Desde 1999 alerta al mundo del calentamiento global y el tiempo le esta dando la razón. Esperemos, por el bien de la especie, otra realidad y otro futuro

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