21 de abril de 2011

Escrache al proxeneta Montecchia

El 15 de febrero la Alameda escrachó en Mar del Plata al prostíbulo «La Posada» y al Hotel «El Paraiso», ambos propiedad de Juan Carlos Mottillo, vinculado a la mafia de los rematadores locales. Desde enero de 2010 ese prostíbulo fue denunciado por trata y proxenetismo.
Increiblemente, meses después el intendente Gustavo Pulti estuvo a punto de habilitarlo. Pulti volvió sobre sus pasos ante el escándalo y lo evidente del negociado. No obstante, pese a que la fiscalía federal local avanzaba en su investigación y constataba los delitos que la Alameda había denunciado, los jueces Rodolfo Pradas y Alejandro Castellanos rechazaron dos pedidos de allanamientos al prostíbulo “La Posada”.
Ante el bicicleteo, la Alameda se infiltró con cámara oculta en “la Posada” y volvió a constatar lo que se venía denunciando: todas las mujeres explotadas por el proxeneta Mottillo eran traídas de Paraguay, sometidas a la esclavitud sexual, algunas indocumentadas y controladas durante todo el día por los proxenetas o la flota de taxis que las seguían a sol y sombra.
La cámara oculta difundida el día del escrache, generó un escándalo que derivó en la clausura municipal del prostíbulo y la entrevista judicial con las victimas en la fiscalía.
En la madrugada del 16 de febrero, mientras varias víctimas de “La Posada” declaraban en la fiscalía, apareció en escena Roberto Enrique Montecchia como abogado defensor de Mottillo, solicitando presenciar las testimoniales de las mujeres que eran sometidas en “La Posada”.
Montecchia estuvo presenten con el objetivo de “controlar” que las victimas repitieran la falsa versión proporcionada por sus explotadores. Esa noche el abogado Montecchia llamó varias veces a Mottillo para avisarle que las mujeres estaban declarando «lo acordado previamente» y que iban a fingir «desconocer» a la mujer que hablaba en la cámara oculta difundida ese día por la Alameda.
Además Montecchia le confirma a su socio que la chica del video había sido «trasladada a San Isidro». La conversación cómplice entre Montecchia y Mottillo fue registrada judicialmente y se pidió la inmediata detención de ambos.
Increiblemente el juez Pradas rechazó las detenciones con la excusa de que Montecchia se limitaba a usar estrategias defensistas para proteger a sus clientes.
Curiosa estrategia, la de intimidar a las víctimas, obligarlas a repetir una versión ficticia, asegurarse que ninguna mujer sometida diga la verdad y hacer desaparecer a la chica que aparece en la cámara oculta.
El abogado Roberto Enrique Montecchia tenía un pasado militante vinculado a la defensa de los derechos humanos tanto en la Argentina como en el exilio. Pero a su retorno a la Argentina, dio un giro de 180 grados similar a Rodolfo Galimberti que luego terminó a sueldo de la patronal de Bunge Born.
Hoy Montecchia se dedica a patrocinar a los regentes de una red de trata y tráfico de personas que hizo de desaparecer a la jovencita paraguaya e incluso participa de maniobras migratorias tendientes a disimular la condición de las víctimas.
De la victima de “La Posada” que habla en el video no sabemos su nombre, pero sí conocemos su rostro, que tiene un bebé de pocos meses en Paraguay y que su familia no sabe que está presa de una red que la prostituye y que fue escondida en San Isidro cuando se clausuró el local. En el video, relata que no tiene documentación y que sus explotadores le tramitaban la radicación precaria “por dos mil pesos”, cuando en realidad ese trámite es absolutamente gratuito.
Montecchia junto con su socio Mormando pública avisos ofreciendo regularizar la situación migratoria de “paraguayas, dominicanas, brasileras…” y que tramitan “con máxima eficacia regularización de extranjeros-residencias precarias- temporales-permanentes”. Es vox populi que hay funcionarios de migraciones de Mar del Plata que están siendo investigados judicialmenente por vender radicaciones y residencias en asociación con gestores inescrupulosos. Montecchia es parte de esta red, donde además de defender a tratantes y proxenetas y participar en forma práctica y directa del encubrimiento de sus delitos, se encarga además del armado de documentación de las victimas, a muchas de las cuales inclusive se les cobra como confiesa la victima de “La Posada” en la cámara oculta.
Es hora de terminar con la impunidad de este hombre clave dentro de las redes de esclavitud sexual. Su título de abogado y las aparentes tácticas defensistas para sus clientes apenas disimulan la complicidad y coparticipación directa de los delitos que se le imputan a Mottillo. Montecchia sabe perfectamente donde esta la chica del video que hoy busca la justicia y sabe muy bien como funciona la red de trata y tráfico que funciona alrededor de la Posada. Montecchia conoce al detalle las maniobras espúreas en migraciones con las que se disimulan la situación de las victimas. No es un simple abogado, es cómplice y coopartícipe de la mafia.

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