El presidente venezolano, Hugo Chávez, denunció a pocos minutos de que el gobierno de facto hondureño impidiera el aterrizaje del avión del presidente legítimo Manuel Zelaya, que "la junta militar hondureña está apoyada por el imperio yanqui".
En contacto telefónico con teleSUR, consideró "bueno" que "el gobierno de Estados Unidos se pronunciará al respecto.Yo creo que Obama es un prisionero del Imperio", dijo y agregó que en estos momentos "se agudizan las contradicciones, hay una rebelión social, popular".
Para Chávez, el gobierno de Micheletti es "burgués" y no va a poder sostenerse en el poder.
"Los dignos militares de Honduras tienen que salir, sé que los hay", agregó.
Instó a las Fuerzas Armadas y a la Policía a que no "sigan llenando de sangre la punta de su fusil (...) Ustedes no van a poder torcer el rumbo de la historia".
La Fuerza Especial del Ejército hondureño estuvo desplegada este domingo en toda la pista del aeropuerto de Toncontín de Tegucigalpa, donde se tenía previsto que aterrizara el presidente Zelaya.
Pocos momentos antes de que apareciera en el horizonte la aeronave que transportaba a Zelaya y al presidente de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Miguel D'Escoto, los militares arremetieron con disparos de bala y gases lacrimógenos contra las decenas de personas congregadas a las afueras del aeropuerto para esperar a su Presidente.
El ataque contra los civiles desarmados dejó dos muertos, uno de ellos un menor de edad, y una cantidad de heridos aún inderterminada.
Imágenes difundidas por teleSUR demostraron de que se trató de una emboscada, pues los militares permitieron el ingreso de los manifestantes al aeropuerto internacional de Toncontín y luego arremetieron contra el pueblo. En la pista estuvieron militares en posición de combate.
Ante ello, el presidente Chávez denunció que "las oligarquías de América Latina están todas conectadas, defienden sus intereses", "son dueñas de las principales cadenas de televisión que tienen mucho dinero producto del saqueo del pueblo, y tienen sus amos en Norteamérica".
Advirtió que el golpe de Estado en Honduras "es el principio de una ofensiva" que ya se ha hecho evidente "en Bolivia, en Ecuador Bolivia, tratando de frenar los cambios de manera cavernaria".
"Los soldados verdaderos de los pueblos estamos dispuestos a quebrar la ofensiva", sentenció.
Dijo que los militares hondureños "están actuando de manera retadora, grotesca, como si fueran un Ejército extranjero que ocupó Honduras", pero "de algún rincón de la Patria brotarán los soldados".
Con respecto al vuelo del presidente Zelaya, informó que "ahí no había ni una pistolita a bordo y , sin embargo, los cobardes del Gobierno" no lo dejaron aterrizar.
"Es un signo de cobardía y de debilidad del Gobierno de facto", el hecho de no permitir su ingreso al país.
Relató que siguió la trayectoria del avión en el que viajaba Zelaya, aparato que pertenece a la Alianza Boliviariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
"Hubo mucho retardo en el aeropuerto de Washington, en algún momento pensamos que no iban a dejarlo despegar de allá", recordó.
Insistió en que la culpa de los hechos de violencia ocurridos este domingo, no puede ser atribuída a Zelaya, tal como pretendió hacerlo el cardenal de Honduras, que apoya a los golpistas.
"Se oyeron los disparos. Lamentamos mucho esto. La culpa no se la podemos achacar a Zelaya, como lo dijo el cardenal de Honduras, la culpa la tiene la burguesía y el alto mando militar de Honduras que tendrá que rendir cuentas ante la historia", declaró vía telefónica a teleSUR.
Dijo que la acción llevada a cabo este domingo por el presidente Zelaya y la comitiva que viajó con él a fin de restituir el orden constitucional en Honduras "ha sido una gran victoria moral, su presidente entró, no se atreven a tocarle un pelo a Zelaya pero arremeten contra el pueblo".
Anunció que el Ejecutivo venezolano "seguirá apoyando al Gobierno de Zelaya hasta que retorne la paz a la nación".
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