Hace unos 2200 días que Julio López continúa desaparecido.
Aquel 18 de Septiembre de 2006, en el que el testigo clave en el juicio al genocida Echecolazt, fue secuestrado por segunda vez, resulto ser uno de los golpes más importantes a nuestra tibia democracia, pero tal vez más duro resulta el hecho que desde el poder ejecutivo se halla borrado el caso del discurso oficial este caso.
6 años después no hay una sola pista del paradero de López, no ha sido modificada en lo más mínimo la estructura de la policía bonaerense y solo se han hecho mega operativos sin sentido destinados a aparecer en los medios de masivos comunicación.
En este marco nuestra tarea es clara, debemos evitar que Jorge Julio López desaparezca de la memoria colectiva de nuestro pueblo, mantenerlo vigente no solo en septiembre, sino a lo largo de todo el año, exigiendo justicia y verdad, pero sobre todo continuando con el ejemplo de valentía y coraje del propio Julio que arriesgado su propia vida eligió el camino de la verdad y la memoria.
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